Las espaldas no dicen nada…

Sabéis, me pregunto… ¿Por qué muchos fotógrafos que se inician tienen tantas fotografías con sujetos de espalda?

Retrat 4Hoy en día veo que es muy común encontrar fotografías de personas en la calle de espalda.  Ciertamente que puede ser un recurso narrativo en la fotografía si se desea que el observador se pregunte qué está viendo el sujeto o qué está pensando. Pero este no suele ser el caso. Con frecuencia se puede acabar con una fotografía que  pudo haber dicho mucho más si el sujeto hubiera estado de frente: Las espaldas no dicen nada.

¿Por qué es tan común esta situación? La razón tiene mucho que ver con los tiempos actuales.

Ahora bien, también habría que reflexionar: ¿Qué reacción tendría el lector si alguien se le acercara con una cámara? No deja de ser una suerte de ataque y una cierta embestida a la intimidad de las personas. Ya lo escribió Susan Sontag: “Todo uso de la cámara implica una agresión.” En su celebérrimo ensayo sobre la fotografía, Susan abunda: “…hay algo de depredador en la acción de hacer una foto. Fotografiar personas es violarlas, pues se las ve como jamás se ven a si mismas, se las conoce como nunca pueden conocerse; transforma a las personas en objetos que pueden ser poseídos simbólicamente.” De modo que las ”víctimas” de la fotografía no se encuentran tan erradas en su timidez frente a la lente.

Aunque todo lo anterior es comprensible, no deja de ser cierto que es fundamental crear una relación entre sujeto y fotógrafo. Yo le llamo la conexión fotográfica. Y esto no es privativo a una toma de glamur con una modelo contratada. Cuando se hace un retrato, la conexión entre fotógrafo y fotografiado es crucial. Incluso podría decirse que cuando se llega a una cierta complicidad es el punto ideal para la fotografía. Y esa relación se nota en las fotografías.

LadakhMuchos grandes fotógrafos han tenido la gran virtud de saber conectar con la gente, y eso les permite crear imágenes excepcionales.  Se requieren tiempo para lograr construir una relación con la comunidad antes de sacar la cámara. Cuando existe la confianza necesaria, el acto fotográfico se convierte en una conexión que se hace evidente en la fotografía. Hay que salir a la calle y conectar con la gente…

La fotografía de calle hoy implica un acto de valentía fotográfica: Salir a la calle es arriesgarse, con peligros y obstáculos por todas partes.

Ladakh 2017-154Ciertamente que una posibilidad es utilizar una cámara lo más discreta posible y actuar con rapidez. Cartier-Bresson era un maestro en moverse sigilosamente por la calle con su cámara disimulada a la espalda. Cuando algo le llamaba la atención, sacaba en un instante su Leica y captura la imagen sin dejar de moverse y sin llamar la atención. Las cámaras en los teléfonos móviles ponen mucho menos nerviosa a la gente.

Otra posibilidad, una vez en la calle, es armarse de valor  y buscar la conexión con las demás personas.

Sé que para los fotógrafos tímidos esto es todo un reto. Y, en el fondo, todos tenemos miedo. Pero la cuestión está en cómo afrontamos ese miedo y yo siempre digo que con respeto y educación.

Al final,  vencer este miedo vale la pena, porque entonces se pueden lograr fotografías mucho más interesantes, íntimas, llenas de información y de valor. ¿Requieren mayor esfuerzo? Desde luego, pero el mérito es mucho más grande. Por encima de todo es  fundamental que una foto diga algo y, las más de las veces, las espaldas no dicen nada.

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